Inmovilización de fracturas: inserción de yeso paso a paso

Un giro inesperado o un tropiezo pueden marcar el inicio de un proceso delicado: la estabilización del hueso lesionado. Más que un vendaje, el yeso cumple la función vital de inmovilizar una fractura, permitiendo que la estructura ósea comience su reparación sin interferencias. A continuación, se detallan los pasos esenciales para llevar a cabo una inmovilización de fracturas mediante la aplicación de yeso, integrando consejos técnicos y cuidados posteriores.

Técnica de Inmovilización de fracturas con yeso

  1. inmovilización con férulasPreparación del material
    Antes de iniciar, reúne: vendas de yeso impregnadas, vendas de algodón o muselina, tijeras ortopédicas y guantes. Asegúrate de que el área esté limpia y libre de productos tópicos.

  2. Protección de la piel
    Coloca una capa de vendas de algodón alrededor de la zona a inmovilizar. Esta barrera suaviza la presión del yeso y evita irritaciones. En puntos de prominencia ósea, añade pequeñas almohadillas para prevenir úlceras por presión.

  3. Aplicación de la primera capa
    Humedece la venda de yeso en agua tibia y exprime el exceso. Envuelve la extremidad con movimientos firmes pero suaves, cubriendo de manera uniforme desde la base hasta el extremo de la zona afectada. Con ello, se consigue una base sólida que se adaptará al contorno anatómico.

  4. Refuerzo y modelado
    Aplica una segunda capa de yeso para garantizar rigidez. Mientras el material empieza a fraguar, moldea con las manos enguantadas para ajustar ángulos y evitar arrugas que puedan presionar la piel. Permite que la superficie quede lisa y firme.

  5. Inspección de la inmovilización
    Verifica que la férula de yeso no quede demasiado apretada: introduce un dedo entre la piel y el yeso para confirmar buen espacio. Este sencillo gesto evita la constricción vascular y el riesgo de complicaciones en la irrigación.

  6. Secado y endurecimiento
    El yeso alcanza su máxima rigidez en 24 a 48 horas. Durante este periodo, el paciente debe mantener la extremidad en posición neutral y evitar apoyos directos.

Cuidados tras la inserción del yeso

Tras la colocación del dispositivo, es fundamental seguir ciertos tratamientos de inmovilización para acelerar la recuperación:

  • Elevación y reposo relativo: Mantener la extremidad afectada elevada reduce la hinchazón y el dolor.

  • Control del dolor: Analgésicos prescritos acompañan al yeso, garantizando comodidad durante las primeras 72 horas.

  • Revisión clínica: Programar una cita de seguimiento a la semana para evaluar circulación, sensibilidad y estado del yeso.

Variantes y consideraciones de las técnicas para fracturas óseas

Aunque el yeso es la opción más frecuente, existen otras técnicas para fracturas óseas, como férulas termoplásticas y fijadores externos. Estas alternativas se seleccionan según la complejidad de la lesión, la ubicación y el perfil del paciente. No obstante, la correcta realización de la inmovilización de fracturas con yeso sigue siendo un estándar en ortopedia por su accesibilidad y eficiencia.

Ejercicios suaves y rehabilitación

Una vez concluido el periodo de inmovilización, el médico indicará ejercicios de movilidad pasiva y fortalecimiento gradual. La fisioterapia supervisada restablece la función muscular y articular tras semanas de inmovilización. Complementar con una dieta rica en calcio y proteína favorece la formación del callo óseo.

Aplicar con rigor estos pasos para la inmovilización de fracturas mediante yeso asegura un entorno estable para la unión ósea y sienta las bases de una rehabilitación exitosa.

 


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