La selección de la prueba COVID adecuada es esencial para un diagnóstico preciso y una gestión clínica oportuna. Entre las opciones más empleadas se encuentran los test de antígenos y la reacción en cadena de la polimerasa (PCR). Ambos métodos ofrecen información sobre la presencia del virus SARS-CoV-2, pero difieren en principio de detección, tiempo de procesamiento y contexto de uso. A continuación, se describen sus principales diferencias en términos clínicos y operativos.
Prueba molecular PCR: detección de material genético
La PCR para COVID es una técnica molecular que amplifica fragmentos del ARN viral presentes en la muestra, generalmente nasofaríngea u orofaríngea. Su alta sensibilidad —capacidad para identificar verdaderos positivos— supera el 95 % durante la fase aguda de la infección. Este método detecta pequeñas cantidades de material genético, incluso antes de la aparición de síntomas, lo que lo convierte en el estándar de oro para confirmar la infección activa. El procesamiento requiere equipamiento especializado y personal entrenado, con un tiempo de respuesta que suele oscilar entre 24 y 72 horas, dependiendo de la carga de trabajo del laboratorio.
Test rápido de antígenos: método inmunocromatográfico
Los test rápidos de COVID basados en antígenos identifican proteínas virales —principalmente la nucleocápside— por medio de anticuerpos marcados en una tira reactiva. Su principal ventaja es la rapidez: ofrecen resultados en 15–30 minutos sin necesidad de equipamiento complejo. Aunque su especificidad —capacidad para identificar verdaderos negativos— es alta (>97 %), la sensibilidad tiende a ser menor (70 %–90 %) y depende de la carga viral y el momento de la toma de muestra. Por este motivo, se recomiendan en pacientes sintomáticos durante los primeros días de síntomas o para cribados masivos cuando se requiere una detección inmediata.
Sensibilidad y especificidad comparativa
- Sensibilidad: La PCR detecta concentraciones bajas de virus, lo que reduce el riesgo de falsos negativos, mientras que los test de antígeno pueden pasar por alto infecciones con baja carga viral.
- Especificidad: Ambos métodos presentan baja tasa de falsos positivos, pero un resultado positivo en un test de antígeno, dada su alta especificidad, suele confirmarse como infección activa.
- Falsos negativos: Más comunes en test de antígeno si se realiza fuera de la ventana óptima (días 3–7 de síntomas) o con mala calidad de muestra.
- Falsos positivos: Raramente ocurren en PCR y test de antígeno, pero siempre deben interpretarse en contexto clínico.
Indicaciones clínicas según el método
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PCR molecular:
- Confirmación diagnóstica en casos con alta sospecha clínica y test de antígeno negativo.
- Detección precoz en asintomáticos con exposición reciente.
- Preoperatorio y embarazadas de alto riesgo.
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Test de antígenos:
- Diagnóstico rápido en pacientes con síntomas leves de inicio reciente.
- Tamizaje en entornos de alta circulación (escuelas, empresas, eventos).
- Evaluación exprés antes de viajes o procedimientos con urgencia.
Consideraciones prácticas y logísticas
La disponibilidad de las pruebas COVID y la capacidad de los laboratorios influyen en la elección del test. Los test rápidos pueden realizarse en puntos de atención sin infraestructura de biología molecular, mientras que la PCR exige instalaciones certificadas. También es relevante el costo: los test de antígeno suelen ser más económicos y accesibles.
La comprensión de las diferencias entre ambos métodos fortalece la estrategia diagnóstica y garantiza intervenciones oportunas. Cuida tu salud y la de tu comunidad. Si presentas síntomas, sospechas de exposición o requieres viajar, acude a un laboratorio acreditado y realiza tus pruebas COVID a tiempo.

¿Cómo se realiza?
La detección de resultados positivos en pruebas COVID en individuos asintomáticos plantea desafíos específicos. En este artículo, exploraremos las mejores prácticas y recomendaciones para gestionar esta situación, centrándonos en la salud individual y la prevención de la propagación del virus.
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